Nuestros cultivos tradicionales de aceituna cornicabra se encuentran en un entorno privilegiado, situado entre los Montes de Toledo y el Valle del Tajo, lo que aporta unas características organolépticas únicas con un sabor inimitable.
Toda la aceituna es de vuelo, se recoge de la manera tradicional, se traslada a la almazara en un corto periodo de tiempo y se obtiene el aceite mediante la primera prensada en frío evitando así la pérdida de las propiedades originales del fruto.